Birdman of the Moon

Birdman of the Moon

Hombre pájaro de la Luna. Birdman of the Moon. Su nombre y su esencia se entrelazan el uno con la otra hasta concebir una melodía de jazz, el recuerdo de una música lejana.

Hombre pájaro de la Luna. Que sólo sale de noche y se entristece porque nadie lo mira, porque él no brilla como las estrellas y como la luna de la que procede.

Hombre pájaro de la Luna. Sentado en un tejado de una gran ciudad, distinta cada noche, silba sus melancólicas melodías mecido por los vientos de la resignación y por una brisa de esperanza.

Hombre pájaro de la Luna, con él siempre ocurre lo mismo. ¿Cómo podría alguien comprenderle? Un pobre condenado a la libertad del vuelo eterno en un mundo en el que nadie mira al cielo.

Hombre pájaro de la Luna. Extiende sus grandes alas y se refugia en su abrazo, pues las noches sin luna se le antojan más solitarias, y ni su música se atreve a hacer sonar.

Hombre pájaro de la Luna. A veces seduce a alguna joven distraída que mira la noche y no el firmamento, encontrándose con su alada figura tras la ventana de su habitación.

Hombre pájaro de la Luna. La noche que te vio había luna llena. Vio tu sonrisa en cuarto creciente, y el sonido de tu jazz decreciendo mientras te alejabas volando hasta desvanecerte.

Hombre pájaro de la Luna. Le pareció que la luna desaparecía tras de ti, que las constelaciones se ocultaban todavía más tras las cegadoras luces de la ciudad.

Hombre pájaro de la Luna, ¿cuándo te volverá a ver? Ya no camina mirando al suelo, ya no mira la luna ni las estrellas, ya no escucha otro jazz que no sea el tuyo.

Hombre pájaro de la Luna. Promete que la buscarás en cada rostro que mire al cielo al caer la noche. Y si la ves sonreír al verte llegar, si se emociona al escuchar tu música y extiende sus brazos anhelando volar hasta ti, llévala contigo cada noche a otra ciudad.

Una respuesta a “Birdman of the Moon”

  1. Avatar de mamamono

    El hombre pájaro de la Luna nació en un sueño que tuve una noche de verano, un sueño en el que la Luna explotaba y lanzaba sus enormes restos flotantes a la Tierra. Durante mi huida hacia un refugio en lo alto de una colina, aparecen unas mariposas de luz provenientes de los restos de nuestro satélite, y la gente a mi alrededor, asombrada por la belleza del momento, deja que se posen encima de sus cuerpos. Yo corro a esconderme en unos arbustos porque tengo un mal presentimiento, y entonces aparece él: un humano con patas de ave rapaz y enormes alas marrones, y arrasa con toda la gente a la que habían tocado las mariposas. El caso es que el sueño continúa, y yo me enamoro de él.
    Tomé su figura, que no podía quitarme de la cabeza, y la adorné de jazz y nocturnidad. Es de mis escritos más particulares y sin duda uno de mis favoritos. Tengo la sensación de que vais a saber más del hombre pájaro de la Luna.

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Soy Mireia,

Y os doy la bienvenida a mi bosque, donde bestias de tinta se alimentan de palabras y crían historias.